Esta ilustración (junto con muchas otras a lo largo de mi vida) ha sido elaborada para el movimiento REMAR de la congregación de los Hnos. Maristas, con quienes me formé, y a quienes debo mucho de lo que soy, no porque sea un santo ni mucho menos, sino porque my probablemente sería aún peor si Dios no los hubiera puesto en mi camino. Ellos me enseñaron principios religiosos, pero también me enseñaron a desarrollar mi espíritu crítico, (aunque eso los metiera en aprietos de vez en cuando, sobre todo a la hora de discutir algunas formas de funcionamiento de la Iglesia) a valorar la creatividad, a creer en mi mismo. Agradezco que antes de ser religiosos fuesen amigos. Como tales, hemos tenido buenos y no tan buenos momentos, discusiones y celebraciones, pero todos me han enseñado algo.
hey! felicitaciones! te quedo muy bien!…de hecho, mi carabela y yo fuimos a nuestra escuela de lideres hace unos dias!
te quedo muy bien!!…..deberias hacer uno para el reembarque u otra experiencia de puerto 😉
¡Esa es la idea!
Muy significativo el gráfico, en qué país pudo compartir la vida con los hermanos?